Adharanand Finn, es un periodista freelance, que trabaja para Runner’s World, entre otros y actualmente para The Guardian. Además de ser runner aficionado. Y un día frustrado como corredor aficionado se pregunto. ¿Los atletas kenianos tienen la pócima mágica? Con esta pregunta en mente Finn hace las maletas y se va con su familia 6 meses a la pequeña de ciudad de Iten. Finn se sumerge en la cultura runner de la ciudad con el propósito de hacerse con la fórmula secreta de los keniatas y mejorar sus aptitudes como corredor.
Una vez integrado en los entrenamientos con los atletas kenianos descubre que correr en Kenia es poco menos que un trabajo, donde ser buen atleta y conseguir el fichaje de los muchos «ojeadores» que allí se encuentran, puede ser una salida de la pobreza.
La dieta es otra de las claves. Los keniatas comen alimentos altos en hidratos de carbono y bajos en grasa, mucho arroz, porotos y ugali: una mezcla de harina de maíz y agua que se revuelve hasta formar una pasta gruesa y se come usualmente con kale (un tipo de repollo).
Preguntando a los atletas que les parece el sistema barefoot, le miran extrañados, «aquí el que corre descalzo es porque no tiene dinero para zapatillas.»Siendo este otro de los secretos desde pequeños van corriendo descalzos al colegio, eso hace que su tono muscular sea mejor y sus articulaciones más eficientes, ademas de un apoyo más natural y zancada más eficiente.
El objetivo de Finn es correr la maratón de Lewa, donde termina a 90 minutos del ganador y donde el público lo aplaudióal grito de “First mzungu”, “¡Primer extranjero!”. Con sentimientos encontrados en ese momento Finn asume: “Por supuesto, es un buen logro… pero igual es un poco vergonzoso llegar tan detras del ganador”.
Libro muy entretenido, muy divertido, con momentos en los que te ríes y en el que entiendes muchas cosas.