En un lugar de la antigua Grecia había un campesino que tenía un burrito, no era un burrito cualquiera, este era realmente inteligente, había compartido ya muchos años con su dueño campesino, había colaborado mucho en los quehaceres diarios de este y en su desarrollo personal llegando a ser uno de los campesinos más reconocidos de la comarca.
La relación entre ambos era magnifica, incluso el burro contaba con un lugar privilegiado en los establos, no le faltaba comida ni tampoco nada que cualquier otro animal pudiera solo imaginar.
Un día, el burro del campesino cayó en un pozo. El animal gimió por horas, mientras el campesino trataba de buscar desesperadamente ayuda. Finalmente le fue imposible encontrar ayuda, al no saber qué hacer, bajo los brazos y se conformó pensando que el burro ya estaba viejo y el pozo estaba seco, el burro ya no se quejaba, no se oían sus lamentos, además realmente el pozo necesitaba ser tapado de todas formas. Así que realmente no valía la pena sacar al burro del pozo.
Invitó a sus vecinos para que vinieran a ayudarle. Cada uno agarró una pala y empezaron a tirarle tierra al pozo. El burro que si estaba consciente y solo un poco magullado se dio cuenta de lo que estaba pasando y se puso muy triste, no entendía como su dueño podía hacerle eso.
Después de unas cuantas paladas de tierra al pozo, y para sorpresa de todos, el burro se movió y empezó, con cada palada, a sacudirse la tierra . El campesino finalmente miró al fondo del pozo y se sorprendió de lo que vio, con cada palada de tierra, el burro estaba haciendo algo increíble: se sacudía la tierra y daba un paso encima de la tierra. Muy pronto todo el mundo vio sorprendido como el burro llegó hasta la boca del pozo, pasó por encima del borde y salió trotando.
Conclusión:
– La vida va a tirarte tierra, todo tipo de tierra. El tema es que vas a hacer con ella.
– Cada problema puede ser un escalón para llegar al éxito. El tema pasa porque lo podamos ver de esa manera.
– Todo es cuestión de miradas y puntos de vista.
– Podemos salir de los más profundos pozos si no nos damos por vencidos. Si trabajamos decididamente en conseguir nuestras metas.