Esta sera una reseña más breve y menos documentada graficamente de lo habitual. Tras acabar el Maratón de Madrid, corriendo lesionado, y después de 21 días sin un gran volumen de entrenamiento, se me ocurrió hacer una carrera de 10 kilómetros para comprobar mi estado de forma. Buscando entre las decenas que ahora se hacen cada fin de semana, me bombardearon bastante con la ya mítica Carrera del Agua que organiza El Club Deportivo Canal y que cumplía su edición número 35.

Y digo bombardean porque tiene una buena campaña de marketing detrás con Chemita Martínez a la cabeza, mucho twitter, correos, ect.

Al ver el perfil de la prueba, muy favorable, me pareció una buena idea, además de probar el estado de forma, intentar bajar mi marca en los 10k (aunque no sea una obsesión los tiempos, si me apetecía). Del 46:03 del último 10 en Paracuellos de Jarama, quería atacar los 43 minutos, esto es un ritmo de 4:18, el cual creía poder mantener sin muchos problemas.

Como tenía que ir solo a esta prueba y no me apetecía estar con los guardaropa, me lleve mi mochila de trailrunning que va perfectamente adaptada y así trasportaba las 3 cosillas necesarias.
En la salida ya me doy cuenta que esta no era la carrera que yo buscaba, y es que estoy empezando a ver la diferencia entre carrera popular y carrera populista. Todo el mundo, por supuesto, tiene derecho a correr carreras, ponerse sus metas y sus retos, pero creo que a los que nos apasiona esto y es algo más que una afición tenemos que huir de carreras tan grandes en participación, sobre todo de personas que no son 100% corredoras de corazón. Cada unos tenemos que disfrutar lo nuestro, no puede ser que habiendo unos cajones de salida delimitados por el tiempo y tu dorsal, en el kilómetro tres todavía estés esquivando gente con números de dorsal que tenían que estar 3 o 4 cajones por detrás de tí.

Personalmente en una carrera corta como esta me gusta coger 20 o 30 segundos de ventaja sobre el ritmo, para tener un colchón, con tanta gente me fue imposible, y cuando llego la cuesta del kilómetro 4 al 6, en que bajas un pelín, perdí tiempo. Hasta llegar a Bravo Murillo y coger toda la anchura de la calle, no se pudo correr a gusto. En definitiva, entre que no estoy todavía bien (lo del interior de las rodillas no es normal), y todos los percances, ni me acerque a los 43 minutos, mejore mi tiempo en 26 segundos, para dejarlo en 45:37 pra un ritmo de 4:30, pero no me fui contento.

Analizando el porque de no haber disfrutado, ademas de los factores anteriormente expuestos, esta el de la motivación, y esta carrera no me motivaba lo que me hubiera gustado. Estamos hablando de un fin de semana en que se corría el Ironman de Lanzarote, Ironman 70.3 de Barcelona, Medio Maratón de Formentera, entre otras, y que me tenían la cabeza en otro sitio. Me ha servido para aprender un poco a seleccionar y plantear objetivos de otra manera. Lo más importante es disfrutar con lo que haces.

Un saludo y gracias a Nacho, Borja y Fernando que se acercaron a ver la prueba, un poco «obligados», pero allí estaban.

Próxima para en #HighwayToMyDream la Spartan Race en modalidad Super, el día 31 de mayo, esta aunque no estoy en forma suficiente para afrontarla, si me motiva algo más y creo que sobre todo sera divertida, ya os lo contaremos.