Crónica MonumenTrail Segovia

Por primera vez en mi vida me toco algo en un concurso, y fue gracias al concurso que preparo en instagram Pepe de @muerevacio y su blog Muerevacio. El concurso consistía en enviar una foto entrenando, haciendo deporte, dejándote la piel, con el hashtag #concursomuerevacio, para optar a una noche de hotel en Segovia y un dorsal para la carrera Monumentrail. Aunque acabo de salir de una lesión, que me hizo perderme el Maratón de Lisboa, y no llevaba ni 15 días entrenando, con la consiguiente falta de caja, me dije, por participar, y mande esta foto, la cual podéis ver en el instagram de @apagatutele
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Así que aquí comienza la crónica de la MONUMENTRAIL en Segovia, carrera de 17 kilómetros y 650 metros de desnivel positivo.

Llegamos a Segovia pillados para comer el sabado, y en «Jose Maria», no nos daban de comer y como nos apetecía cochinillo probamos otra recomendación, «El Narizotas», y ahí comenzaron mis problemas. Aparte de que se debieron de estrellar con nosotros, la cara del camarero al preguntarnos que tal todo, fue un poema, pobrecillo. El caso que ademas de no estar bueno, me sentó fatal y empezaron unos problemas poco glamurosos, que desembocaron en un fuerte deshidratación en el momento de la salida.

¿Sumamos un handicap más?, paseando la tarde por Segovia, empezó a llover como si no hubiera mañana, volviendo al hotel no se veían las lineas del suelo. Los ánimos como podréis imaginar, no estaban muy arriba.
Mala noche con muchas visitas al escusado, dormir poco y sin ningún tipo de ganas, cuando al final apague el despertador minutos antes de que sonara, la decisión estaba tomada, desayunamos y nos vamos para Madrid.
Y al final paso lo que tenia que pasar, fui a la salida y a correr.

Hacía buen día, aunque yo estaba destemplado por lo que empece con el corta vientos puesto. Como estaba bastante deshidratado cargue un litro de agua en la mochila por si acaso. Y tras una urgencia de última hora, llegue peladísimo a la salida, sin ponerme los cascos, ni nada de preparación. Pero como el tema era tomárselo como un entreno largo, utilice los primeros kilómetros para calentar, quitarme el cortavientos y colocarme los cascos.

Y empezamos a subir por caminos amplios, con una vistas de la Catedral y el Alcázar muy bonitas. La falta de entreno me hace sufrir dentro de los 6 primeros kilómetros antes del primer avituallamiento, donde por la facilidad de traslado tenia como punto de salida si tenía que retirarme. Y regulando fuerzas llegue mucho mejor de lo que pensaba, comí y bebí de todo lo que había, bastante bien surtido, y decidí seguir, incluso yendo muy flojo.

Fuimos un ratito pegados al río desde la Real Casa de la Moneda, por cierto también punto de la salida que no lo dije, y después subimos una fuerte cuesta para descubrir la parte trasera del Alcázar en un bonito mirador, pero que me costo ir andando en vez de corriendo y falto de fuerzas, iba bebiendo cada poco tiempo, ya que notaba que me faltaba algo.

Llegamos a un sector agradable de correr por el campo, alejándonos de la ciudad, este tramo estando en forma hubiera sido muy bueno, pero bueno lo utilice para regular y con objetivo de llegar entero al segundo avituallamiento, y hasta allí llegue despacio, pero entero.
Me junte con dos participantes muy majetes, uno de los cuales iba con tirones desde el kilómetro 6, y ahí seguía. Y pasado el kilómetro 14 llego la cuesta más dura de la prueba, marcada en el suelo dando ánimos y la que me termino de reventar, produciéndome tirones. En la foto no se aprecia muy bien, pero era una cuesta muy seria.

Hasta donde había llegado, solo quedaba terminar como fuera, y fuimos acercándonos de nuevo a la ciudad, para subir por su muralla, ya casi sin fuerzas, pero con el convencimiento de que ya estaba hecho. Apretar los dientes y terminar la carrera, lo cual hice en posición 130 de 131 que finalizaron, con 16 retirados, y un tiempo de 2 horas 18 minutos. Pese a que es la primera vez que el resultado en la tabla es malo, la verdad que termine bastante contento, porque pese a las circunstancias negativas que negativas que acaecieron, salir ya fue una victoria.

La recuperación parece que va bien, volví a colgarme un dorsal, lo cual es agradable, y fue un buen entreno bajo malas circunstancias y bueno para la cabeza también.
En las próximas semanas haremos alguna carrerita más para ir cogiendo sensaciones, aunque las tomaremos como entrenos con dorsal, serán de momento el Duatlon Cross de Cobeña y la Media Maratón Rockera de Villaverde, que por mala suerte para mi se adelanto un mes con respecto a la anterior edición y la tomare como entreno, sin intentar superar la marca del año pasado, habrá más años para esto.

Muchas gracias a Pepe por el sorteo. Y por supuesto a la que aguantó estoicamente todas mis calamidades del fin de semana, acompañandome en todo momento.

Seguimos con #HighwayToMyDream.

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