Me ha costado muchísimo decidirme en escribir esta reseña. Admiro una barbaridad al autor, y me ha hecho pasar horas y horas, de un fabulosos entretenimiento, gracias a su programa de radio, «Luces en el Horizonte», el cual escucho en formato podcast, absolutamente todas las semanas.
Y porque digo que me ha costado una barbaridad ponerme a escribir esta pequeña reseña… El libro no me ha gustado absolutamente nada, y lo he puesto todo de mi parte, os lo aseguro. Si soléis leer mis reseñas, sabéis que si un libro, en la página 100 no me entra, lo dejo y paso a otro. Este lo he terminado, pero más por buscar ese algo, que porque me gustara.
Y es que me ha resultado una odisea. De primeras por la edición,letra enorme, espacios extraños, incomodo a la vista. Cuando consigues acostumbrarte, te das cuenta que no te esta gustando tampoco la historia.
No quiero decir mucho más, porque de verdad que me duele que no me haya gustado, y no es mi intención lapidarlo, resumo un poco el tema y lo dejare así.
La historia versa sobre Óscar, un chaval normal, que al despertarse de improvisto una noche, ve ha un ser extraño en su habitación que se evapora, dejando una pista de que realmente estuvo allí, y no ha sido una mala pasada de su imaginación.
Se juntara con su mejor amigo y un locutor de radio, que le ayudaran a investigarlo, transportándose a un mundo paralelo, donde todo es muy diferente, y donde su vida cambiara por completo.
El 80% del libro esta escrito con diálogos entre los personajes, lo cual hacen rápida su lectura. Y hasta aquí voy a contar.
Si Luis vuelve a sacar otro libro, por supuesto que le daré una oportunidad, soy muy fan de verdad, pero este que nos ocupa, no me ha gustado.