Que si, que estoy leyendo mucho menos, pero es que he tenido que dejar de ir en metro, y si me sigues en twitter o instagram, veras que estoy echando muchas horas de entrenamiento preparando el Maratón de Chicago, he perdido el ritmo de principios de año, intentaremos remediarlo. Y que mejor que hacerlo con el Premio Novel de Literatura, Vargas Llosa
Cuando leí le segundo capitulo, no tuve por menos que comentarle a la jefa, «esto es maravilloso, este tío a dado una descripción de personaje en 4 paginas, que algunos autores no consiguen en toda una novela», y es que D. Mario, juega en otra liga, parafraseando a Jules Winnfield en Pulp Fiction, «ni siquiera es el mismo jodido deporte».
En esta novela nos cuenta la vida del histórico irlandés de pro Roger Casament. Ni que decir tiene que es una novela y mucho queda en la imaginación del autor, pero tiene un alto porcentaje histórico.
Casament mientras trabajo como diplomático británico, a principios del siglo XX, destapo grandes escándalos dimanantes del colonialismo, que desembocaban en atrocidades contra los habitantes de los territorios colonizados.
Aquí nos muestran las atrocidades que se sucedieron en el Congo, y en la Amazonia peruana, con descripciones muy gráficas de las salvajadas a las que fueron sometidos estos pueblos.
Todo esto desemboca en potenciar el nacionalismo irlandés del personaje, y en anhelar la independencia de su país de nacimiento, incluso negociando con Alemania durante la Gran Guerra, para que ayudara a su pueblo. Todo termina con el apresamiento y sentencia a pena capital del personaje, esto no es spoiler es historia.
En ciertos momentos me parece que se hace un poco repetitivo, en cuanto a la descripción de las canalladas que sufrían los pueblos, y sobre todo en los sentimientos que provocaba sobre el protagonista, pero son necesarios para la historia.
Lo que quizás no sea tan necesario, es remarcar tanto los episodios de homosexualidad, en muchos casos pervertida del personaje. Esto sirve para mostrar la doble cara de un hombre. No se mal interprete lo de la homosexualidad, sino en la forma en que se producían sus encuentros sexuales, con personas desfavorecidas en su mayoría, y en las que proyectaba su «superioridad» como hombre blanco europeo.
Otra situación que se me hizo especialmente tediosa, es la constante repetición de los nombres de los líderes de los diferentes movimientos independentistas y nacionalistas irlandeses, se me llego hacer bastante pesado.
Por lo demás, quien soy yo para criticar a uno de los más grandes escritores de nuestra era. Una pluma exquisita, al servicio de la imaginación, y en este caso, de la historia. Una grandísima novela, con un trabajo de documentación salvaje. Tengo algunas pendientes del autor, y no voy a dejar de devorarlas.