Tenemos que remontarnos hasta el 18/05/2014 en la Carrera del Agua, para verme corriendo un dorsal en una carrera de 10km. Varios motivos llevan a esto, los cuales iré desgranando a lo largo de este artículo, el cual prometo que será breve.
Primero el motivo de correrla, era que se me ocurrió picar a mi amigo Luis Andes (@LuisAndes), para que me ayudara hacer mi MMP, y de paso el hiciera la suya en su nueva transición minimalista.
Segundo, llamaba bastante la atención correr dentro del Circuito del Jarama, y al no ser una carrera multitudinaria, tenía pinta de ser muy disfrutable.
Una nueva lesión me tumbo las posibilidades, soleo y gemelo interior derecho, me hizo perderme la Media Maratón Rockera de Villaverde, la cual llevaba corriendo tres años seguidos, y tenía pinta de que me iba a costar esta también. Los que me vieron el martes tras mi visita al fisio lo pueden constatar, no podía ni andar.
Tenía intención de solamente ir a acompañar a Luis, y dar si acaso una vuelta a el circuito, la verdad que no me veía capacitado para correr ni siquiera esta distancia, mucho menos hacer MMP.
Inciso rápido y comentario hacia los 10k, NO ME GUSTAN, no es una distancia que se adapte a mi, soy un corredor lento, pesado, y el esfuerzo de bajar tiempos en esta distancia es demasiado para el beneficio (mental sobre todo) que me aporta. No me llena suficientemente como lo pueden hacer otras distancias, de ahí que llevara más de dos años y medio sin catar la distancia con un dorsal.
Por no hablar de lo multitudinarias que se han convertido en general, y que no te permiten habitualmente correr a tus ritmos, sobre todo cuando eres un corredor del montón que vas en la vorágine del «pelotón».
Dicho lo cual, con el tiempo más que apurado fuimos al circuito del Jarama, al llegar tan pelado había un caos para la recogida de dorsales, mal organizada por otra parte, dividida por filas para los dorsales, puestas en un folio a mano debajo de la mesa que no veías hasta que te lo encontrabas, con lo fácil que era ponerlo en el techo.
Mala previsión de la organización en la impresión de camisetas, que me hicieron llevarme una de mujer en talla M, ya que lo demás estaba todo agotado, y ya os digo que no fui el último en recoger el dorsal, y llevaban bastante rato ya sin stock.
Dejando esto aparte, me reuní con Luis y un buen grupo minimalistas que me hicieron sentirme el «raro», un par de Merrell que son como sandalias con aspecto de zapatilla, dos sandalias, incluso uno descalzo, menudos fenómenos, y yo ahí con mis 10mm de drop!!!
Comenzamos la carrera, con un poco de embudo, que se acentúa al entrar en la zona de pit lane, donde se hace un pequeño truco para que salgan 5km al dar una vuelta al circuito, para poder situar salida y meta en el mismo punto.
Vamos charlando y bromeando, ritmo bajo y la pierna no se resiente. Nos acercamos al kilómetro 2´5, se vislumbra la primera cuesta y la cosa se estira. En plena cuesta me veo bien, sin dolor y subo un pelín el ritmo, sin darme cuenta descuelgo un poco a Luis y compañía.
Como no me duele decido arriesgar y tirar un poco y ver hasta donde rompe. Bajar de 45 es complicado porque he perdido mucho tiempo en los tres primeros km (5:12, 4:42 y 4:55). Primera pasada por meta en 23:28, teniendo en cuenta que no iba a correr me parece bien.
Voy a probar y apretar, ya no hay gente por medio, entre los que corren la 5k y lo estirado del grupo. En pit lane al cruzarme con Luis me pega una voz «¿Tu no venias a correr conmigo?!!», voy medio bien, y le tengo de colchón para cuando pete.
La cuesta entre el 7´5 y el 8 machaca un poco, pulsaciones a tope, y respiración muy agitada, al llegar arriba empieza a doler el soleo y el gemelo muy cargados, pero solo quedan 2km, veo el reloj y veo factible acercarme a 45 min, aprieto. En el último kilómetro hay que hacer una hombrada para entrar en 45, pero coincide una cuesta abajo al final, así que fuerzo lo que puedo, sale tiempo de 3:38, no sabia que podía correr así.
Entro en meta con 44:42 en el garmin, y me pego un grito de rabia/emoción, muy contento ya que no me lo esperaba para nada. Tengo el gemelo y el soleo cargadisimo, y pienso «lo voy a pagar», pero creo que ha merecido la pena. MMP en 10k.
Por cierto la sensación de correr en el circuito mola, no hay nada de animación, pero mola. Eso si es un recorrido durillo con muchos toboganes, me salieron 80m de desnivel, que no están nada mal para un 10k. Suficientemente atrayente para que Isa y la jefa se hayan se picaran y han prometido correr el 5k el año que viene, creo que Luis y yo las recogemos el guante y nos comprometemos a acompañarlas.
No es un gran tiempo, soy consciente de mis posibilidades en esta distancia, veo difícil atacar el sub40, porque como dije antes no me motiva suficiente como para el sacrificio que conlleva, veremos cuanto tiempo tardo en volver correr un 10k.
Gracias a Luis que no se enfado por dejarle «tirado», iba en buena compañía, gente cojonuda a la que muchos llaman locos, pero la gente diferente es la que me gusta, lo mismo me absorben y contagian su locura y en algún momento hago la transición y pruebo el minimalismo, ¿será la solución a mis lesiones?
Solo me queda una pequeña cosa que hacer en cuanto a correr en este 2016, pero esa historia queda para dentro de unos días con el resumen runner del año.