Crónica Lúdica 28.17: Santiago de Cuba

Si esto fuera una reseña habría que titularla de «retro-reseña», ya que el juego cuenta con más de cinco años a sus espaldas (menudo ritmo lleva esto de los juegos de mesa que cinco años lo llamamos antiguo), pero esto no es una reseña, es una Crónica Lúdica del blog en las que habitualmente damos pinceladas de juegos tras primeras partidas, a modo de sensaciones, y como es la primera vez que lo cataba, eso es lo que vamos hacer. Estábamos en momento entre partidas y mientras unos terminaban un Juego de Tronos LCG, otros tres jugamos a este en la asociación Místicos de Arkat (con la copia que allí tenemos).

Cuba2

Juego de colocación de trabajadores y con clásica condición de victoria, el que tenga más puntos gana. Todo esto presentado en un tablero reducido cargado de posibilidades, ya que el mismo se configura con personajes y edificios al azar, que dando una disposición diferente cada vez, dándole una muy buena rejugabilidad.

Tematicamente nos encontramos en la segunda ciudad más grande de Cuba, y tendremos que ir paseando por el muelle en nuestro coche clásico, reuniendo materias primas para subirlas al barco carguero que esta amarrado e irlo cargando. Cuando se llene vendrá otro, y así hasta en siete ocasiones, que es cuando se acabara la partida.

Cuba3

Iremos moviendo el coche de uno en uno gratuitamente, pudiendo mover más pagando su coste, y llegando a las casas de varios ciudadanos, los cuales nos permitirán realizar diferentes acciones, mayoritariamente de comercio para conseguir nuestras materias primas. Tras realizar esta acción pondremos nuestro peón en uno de los edificios que nos permita este personaje y si es posible también realizaremos su acción, teniendo aquí algo de interacción con el resto de los jugadores, así como la posibilidad de combar. Por no hablar de que te puedes hacer propietario de hasta tres edificios, con l oque si alguien quiere realizar su efecto deberá de pagarte.

La manera de elegir las mercancías que necesita el barco es original, el jugador inicial tira cinco dados de diferentes colores (representando las cinco materias primas del juego), eligiendo cuatro de ellos, teniendo que llenar las bodegas con el número de mercancías que muestre el dado, una vez todos a cero, este partirá.

Cuba1

Todos nuestros recursos, tanto el dinero, como los puntos de victoria como todas las materias primas (tematizadas para el país en el que nos encontramos, siendo estas caña de azúcar, cítricos,tabaco, ron y puros), los mantendremos ocultos al resto de jugadores mediante un pequeño display que representa un bonito coche clásico.

Con estas sencillas premisas nos encontramos con un eurogame ligero, rápido y muy bien cerrado, con alta variabilidad de opciones debido a su set-up cambiante. Personalmente me gusto mucho y ya hay una copia en casa, vistas las posibilidades de salir a mesa, ya que es sencillo de explicar y se puede enseñar a no jugones, pero pudiendo entretener a los que si lo sean.

Deja un comentario