Ole, ole y ole. No solo me salto lo del día 5, sino que encima no publique en marzo, espero que los compañeros sepan disculparme, la nueva paternidad consume tiempo, y eso que tenemos una niña buenísima.
Voy a comprimir los dos meses en un solo artículo, sin liarme mucho, y en mayo procurare cumplir, que si no Papa Cavernícola me arrea con el palo.
Que si que nos ha gustado esto del #ElClubDeLosCinco y parece ser que ha venido para quedarse. Aquí mi aportación para el mes de febrero de 2018.
Pues nada, este 2018 me voy a unir a esta iniciativa de El Papá Cavernícola y el resto de compañeros blogueros que reúne y daré mis cinco puntos mensualmente.
Entramos en terrenos delicados en la saga con esta cuarta entrega. Pasamos de unos niños teniendo aventuras más o menos peligrosas, pero que solventamos con gracia, a unos preadolescentes que se tienen que enfrentarse a una oscuridad que tal vez sea algo elevada para su edad, refiriéndonos tanto a los protagonistas del libro que cuentan con trece años, como al lector objetivo al que en su mayoría va dirigido el libro. Y es que varios acontecimientos que suceden en este volumen suben de tono hacia la oscuridad.
Tercera entrega de la saga, y comienza a oscurecerse, si bien todavia queda mucho por llegar. Este libro tiene un buen giro final, la introducción habitual de nuevos personajes y más aventuras de Harry y sus amigos, conociendo poco a poco su pasado.
La Estrella de la Muerte a sido destruida, el Emperador no esta nada contento, y los responsables del desastre están todos muertos (D.E.P. Gran Moff Tarkin) gracias a la explosión de la estación espacial, todos menos Darth Vader, por lo que el Emperador revertirá sus iras hacia su aprendiz. Historias encuadradas entre el episodio IV y V… ¡¡¡DARME TODAS LAS QUE QUERAIS!!!!
De visita por Alicante, como que me apetecía comprar algún libro de fantasía, o algún cómic, nada en concreto. Busque recomendaciones de tiendas en la ciudad, y me pareció genial que las dos que más se nombraban estuvieran una frente a otra, así que saque un huequillo y me asome por allí.
Voy a empezar por la última que entre, y donde deje algo de pasta, no mucha. Esta es la que más me enamoro de las dos, por el simple hecho de tener un Stormtrooper en la puerta, pese a que llevara un gorro de Santa Claus siendo mitad de febrero. Y no estoy hablando de otra que de Comix City.
Casi paso un año desde que leí los integrales uno y dos (tenéis reseña en los enlaces), los Reyes Magos se volvieron a portar bien y trajeron el libro tres de la colección, tras un repaso rápido a los sucedido en los dos integrales anteriores, devore este con ansia viva, cubriendo en esta ocasión desde el número 49 hasta el 72 de la publicación original.
Con gente poco acostumbrada al mundo de las viñetas comprendo que un titulo como el que aquí nos trae pueda tirar hacia atrás. Lo cierto que la traducción al castellano no ha sido muy acertada, del original Southern Bastard, Sureños Bastardos, se ha quedado en este Paletos Cabrones. Pero nos encontramos ante una historia en el profundo sur estadounidense muy interesante, que además cuenta con el premio Eisner a la mejor serie regular (lo que viene a ser los Oscars de los Cómics, pero en serio). Aquí vamos a contar que nos han parecido los dos primeros arcos argumentales, que es lo que hasta ahora podemos encontrar publicado en España, gracias a Planeta Cómics.
Algunos a veces se preguntan por que al mundo del cómic se le llama el noveno arte, porque hay un gran parte de la sociedad que se piensa que un tebeo con dibujitos es cosa de niños. Me atrevería a afirmar que TODOS los que dicen esto, jamas se han topado con una obra del calado de la que hoy aquí se presenta, y lo peor de todo es que va a seguir siendo así. Pero si hay un sector de obras por las que a esto se le llama el noveno arte es por delicias como esta. Atate los machos, que te voy a contar un poco de que va todo esto.
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